MÁS DE DOS SIGLOS DE HISTORIA DE LA CIUDAD DE PANDO

Corría el siglo XVIII cuando a orillas del denominado por aquellos entonces “Arroyo de Las Carretas” se estableció un ciudadano español procedente de Buenos Aires de nombre Antonio de Pando y Patiño para desarrollar la industria del corambre que consistía en faenar ganado extrayendo y salando los cueros para enviarlos a la ciudad de donde provenía. Se desplazaban en chatas por el cauce del arroyo hacia el mar donde los esperaban los lanchones para embarcar la mercancía.

Cuando don Bruno Mauricio de Zabala ordena el reparto de tierras que realizaba don Pedro Millan, se le adjudica en esta zona, una suerte de estancia a don Bernardo Gaytán, quien habría de ser padre y abuelo de los fundadores de Pando.

En el lugar destinado al futuro pueblo ya estaba construida una Capilla donde veneraban una virgencita de madera de la Inmaculada Concepción. Doña teresa Gaytán de Menezes y don Francisco Menezes, obtienen del Cabildo la autorización correspondiente y se recuerda el día 30 de marzo de 1788 como fecha de fundación.

El primer poblador fue don Domingo Recoba quien construye una casa de techo de paja y paredes de piedra distante una cuadra de la Capilla. Este solar es otorgado directamente por don Francisco Menezes, los siguientes a los demás pobladores, son de mano del Capellán don Estanislao de la Mata y el Presbítero don Miguel Rodríguez.

La primitiva Capilla carecía de campana, hacia las veces de ésta una piedra colgada entre dos palos, la que golpeada por otra piedra resultaba ser bastante sonora.En la capilla estaba prohibido usar el poncho o el sombrero.

Se recuerda la visita del Obispo de Buenos Aires, don Benito Lué y Riega, cuando ya la conmoción de la emancipación entraba entre los pobladores.

La estadía en mayo de 1806 del General Artigas en la guardia de Pando, creada a mediados de 1700 con el fin de proteger la costa del Rió y a las estancias que en aquellos tiempos eran asoladas por malhechores que cometían toda clase de fechorías, durante la estadía de Artigas su tropa acampó en la zona de los Tres Ombúes, hoy un lugar dentro de ciudad.

  Los pobladores, las gestas de 1825 y 1830 las festejaron con reuniones y diversiones propias de la época.

En las primeras décadas el progreso fue lento, luego del arribo de inmigrantes de varias nacionalidades hacia 1850, que fueron una cifra cercana a los trescientos, comienza una nueva etapa de progreso.

El 20 de mayo de 1855 se coloca la piedra fundamental del actual Templo Parroquial a cuya inauguración en 1869 asiste el entonces Presidente General Lorenzo Batlle y su esposa Doña Amalia Ordóñez.

El 1 de enero de 1870 se bendicen las dos campanas y apadrinan esta ceremonia el representante del Rey de Italia don Juan Bautista Raffo y doña Filomena Savoldi de Ricaldoni. La chica, donada por el Cura Párroco don Cosme Damián de Olascoaga; la grande, por la Colonia Italiana.

Al tenderse los rieles que nos trajeron el ferrocarril, obra del Ingeniero Luis Andreoni, comienza una etapa industrial: don Albino Olmos e Ingeniero Andreoni con Molinos Harineros; don Julio Meillet y don Miguel Carrio con una destilería de alcohol; don Pedro Elizalde con un pequeño horno, una fabrica de botellas, y el joven George Triay una manufactura de tabacos.

Por este lugar fue el pasaje de la diligencia hacia Minas y Maldonado y viceversa a Montevideo, cuya posta estuvo en el Hotel de don Lorenzo Garibaldi establecido en una de las de la plaza. Contiguo a este local se encontraba el Teatro “Unión y Progreso” iniciador de la labor cultural y que tuvo como pioneros al mencionado señor, junto al Dr. Juan Aquiles Faye, Nicasio Iturria, Pedro Laferrere, Carlos M.Furriol entre otros.

Con respecto a la enseñanza, la escuela municipal estaba funcionando en la época de Reforma Escolar de don José Pedro Varela; luego se crean los Colegios Católicos y además había maestros particulares que daban clases porque a los inmigrantes les gustaba instruir a sus hijos en su propio idioma.

En 1919, se adoquinan las primeras calles, obra de la firma Pedro Stelardo y Hno.

En 1920, se enciende la primera lámpara eléctrica con una usina que generaba la corriente a utilizar.

En la década de 1920 a 1930, se crea la Plaza de Deportes, el Hospital, varias oficinas públicas como la sucursal del Banco de la República.

Había comercios importantes y un banco particular creado con los ahorros de varios vecinos, llamado Caja Popular de Pando.

También cuatro sociedades medicas y filantrópicas.

Fue cuna e inspiración de poetas “Pando” médicos humanitarios, intelectuales, artesanos de diversa índole.

Fue elegido lugar de vacaciones por distinguidas personalidades como el General Máximo Santos, Doctores Manuel Quintela, Domingo Pittamiglio, Rodolfo Mezzera, Julio C. Bastos; señores Mateo Zerboni, Ingeniero Juan P. Fabini, y los escultores Juan D. Aniello, José Belloni. Este último, examinando antiguas carretas de ejes de madera en una tradicional carpintería del lugar, logró el boceto de su inmortal obra, la que luego lleva el molde a Génova para plasmar en el bronce.

Todos los mencionados anteriormente eligieron este lugar para solaz y esparcimiento disfrutando también de la amistad de los vecinos, gente amable y hospitalaria que con su trato atraían a muchos que luego compartieron para siempre sus vivencias. 

Esta es parte de la historia de la ciudad actual que muchos ustedes conocen por su slogan de “Ciudad Industrial”; si bien no son los mejores momentos todos nos esforzamos día a día para lograr tener un futuro mejor como lo hicieron sus primeros pobladores.